Una buena estrategia para una hoja de ruta del producto es la que consigue que sea coherente con los objetivos empresariales y que el equipo de producto se concentre en las iniciativas más importantes.
Pero ¿cómo puedes crear una hoja de ruta del producto que se adapte a tu equipo y a tu negocio? Con una buena estrategia; es decir, aplicando una metodología que acorte la distancia entre la visión y la misión de producto.
En este artículo encontrarás una estrategia en 6 pasos para crear una hoja de ruta del producto simple y eficaz; es decir, una que te muestre qué funciones debes desarrollar y por qué, además de cómo priorizar tus iniciativas de producto. También descubrirás cómo presentar tu hoja de ruta para mantener informados a tu equipo y a los stakeholders y ofrecer a tus usuarias y usuarios mejores productos más rápido.
La estrategia para crear una hoja de ruta del producto eficaz en 6 pasos
Las hojas de ruta son solo una herramienta de gestión de productos. Por lo tanto, utilizarlas no es garantía de nada: todo depende de qué hagas con ellas. Crearla, compartirla e iterarla te ayudará a conseguir resultados excepcionales.

Lograr que una hoja de ruta del producto sea eficaz no es una cuestión de un día, ni siquiera de una semana. Para ello, debes concentrarte en la tarea, establecer un plan firme pero flexible y ocuparte de bastantes aspectos logísticos. Si lo haces bien, la recompensa serán insights valiosos y una dirección que no obtendrás de otras herramientas, como tu backlog de desarrollo.
Sigue los 6 pasos que encontrarás en este artículo para crear una hoja de ruta del producto que te permita lo siguiente:
Resolver los problemas adecuados.
Adaptarte a los cambios del mercado.
Centrarte en los usuarios finales.

1. Crea la estrategia de producto que va a definir tu hoja de ruta del producto
La planificación estratégica es un primer paso importante para crear una hoja de ruta del producto. No puedes crearla sin una estrategia de producto bien definida, es decir, un plan general que describa los objetivos de producto y cómo alcanzarlos.
Debes presentar un buen business case que justifique el desarrollo de una determinada iniciativa o función para que a tu equipo le quede claro por qué se va a hacer. Para eso, primero debes invertir tiempo en desarrollar tu estrategia.
Una estrategia de producto bien definida te ayuda a tomar decisiones con confianza para convertir tu visión de producto en una realidad. Según Alan Carr, Creative Director en Webpop Design, "el primer paso es conocer bien el producto, la dirección que deseas tomar y cómo vas a lograr lo que quieres. Crear una estrategia de producto te ayuda a averiguarlo, y solo entonces puedes pasar al siguiente paso: la ejecución."
La estrategia de producto es un puente entre la visión y la ejecución. Consiste en determinar las principales áreas de inversión para que puedas priorizar lo que más importa y alcanzar los objetivos de producto.
Con una estrategia clara y centrada en los usuarios, no hay lugar para la ambigüedad ni la confusión en tu equipo de producto. Trabajar en un producto sin una dirección ni propósito bien definidos lleva a que no se consigan los objetivos de producto, a que el equipo se sienta desanimado por la falta de dirección y a que se malgasten recursos.
Cuenta con tu equipo y con stakeholders con cargos ejecutivos durante la creación de la estrategia, especialmente en las fases de ideación y desarrollo. Esto te ayudará a lo siguiente:
Conocer las necesidades y las preocupaciones generales de tu organización, para que tu estrategia de producto sea más sólida.
Tener en cuenta a los diferentes stakeholders de la organización, para que apoyen el proceso de desarrollo del producto y la estrategia empresarial desde el principio.
La hoja de ruta del producto debe describir tu plan para contribuir a los objetivos e iniciativas estratégicos de tu organización. Debe responder a preguntas esenciales sobre tus planes de producto (¿por qué?, ¿cuándo? y ¿qué?) y explicar cómo ayudan a toda la empresa.
Para desarrollar una estrategia de producto en la que basar tu hoja de ruta, debes hacer esto:
Define tu visión de producto. ¿Qué te gustaría que hiciera tu producto y por qué?
Identifica las necesidades de tus usuarias y usuarios. ¿Con qué problemas se están encontrando y cómo puedes resolverlos?
Haz un análisis de la competencia. ¿Qué están haciendo tus competidores y cómo puedes diferenciar tu producto del suyo?
Analiza las tendencias del mercado. ¿Cómo están utilizando los clientes tus productos? ¿Qué cambios se esperan en el mercado?
Define objetivos. ¿Qué significa éxito para ti? ¿Cómo lo medirías?
Evalúa los recursos de tu empresa. ¿Qué puedes crear y desarrollar con el tiempo, el dinero y los recursos humanos con los que cuentas?
Haz un calendario. ¿Cómo se distribuirán los lanzamientos del producto a lo largo del tiempo? ¿Qué carga de trabajo y nivel de detalle implica un hito concreto?
La combinación de todos estos elementos de tu estrategia de producto serán la base sobre la que se asiente tu hoja de ruta.
💡 Consejo avanzado: La clave para crear una estrategia de producto excepcional es empatizar con las usuarias y los usuarios.
El éxito de tu estrategia de producto depende de tu capacidad para conocer a fondo y describir a tus clientes.
Como responsable de producto, debes identificar los problemas más importantes que hay que resolver y tomar decisiones fundamentadas sobre cómo hacerlo. Establece las prioridades basándote en el feedback cuantitativo y cualitativo que recibas de tus usuarias y usuarios.
Con Contentsquare (hola 👋) podrás saber en todo momento cómo es la experiencia de las usuarias y los usuarios con tu producto y analizarla para descubrir sus necesidades reales. Para ello, te ofrece funcionalidades como estas:
Mapas de calor por zonas, para que obtengas una visión general sobre cómo interactúan con un elemento concreto, lo que te ayuda a detectar tendencias y oportunidades de optimización.
Reproducciones de sesiones, para que revises cómo usuarias y usuarios reales navegan por tu producto, en dónde hacen clic o qué ignoran, y detectes problemas en su recorrido.
![[Visual] Session Replay - What is CSQ?](http://images.ctfassets.net/gwbpo1m641r7/3XsaMYdpHjNeBE8x4r219k/eb9e7ae1ae4a0f3c0eedb754b9d23853/Session_Replay.png?w=3840&q=100&fit=fill&fm=avif)
El dashboard de Session Replay de Contentsquare.
2. Identifica oportunidades de crecimiento para tu producto
Una vez que hayas planificado la estrategia de producto, ya tendrás claro qué quieres conseguir y cuándo. Este es un momento importante, porque te estás embarcando en un apasionante viaje con destino a aportar nuevo valor a tus clientes. Ahora es el momento de que identifiques las mejores iniciativas de producto para decidir qué camino tomar.
El siguiente paso para crear la hoja de ruta del producto es basarte en la estrategia de producto que has definido para decidir en qué iniciativas centrarte y cómo contribuirán al crecimiento del producto.
Empieza por conocer las necesidades y las expectativas de tus usuarias y usuarios: ¿qué producto o función puedes crear o mejorar para facilitarles la vida?
Haz investigación de mercado y de usuario para identificar necesidades de tus clientes que no están satisfechas. Tu objetivo debe ser conocer a tus clientes y empatizar con ellos, lo que te ayudará a determinar la viabilidad de un nuevo producto, función o iniciativa.
Hay muchos métodos para hacer un estudio de mercado. Estos son los tres más populares:
Entrevistas. Habla individualmente con personas de tu audiencia objetivo, ya que te ayudará a conocerlas mejor, a empatizar más con su experiencia y a tirar de hilos que pueden llevarte a muchísimas revelaciones.
Encuestas. Las encuestas son una forma fácil y barata de recopilar datos rápidamente. Existen herramientas, como Voice of Customer de Contentsquare, que te ayudan a lanzar encuestas y llegar a clientes potenciales y actuales para hacerles una serie de preguntas abiertas o cerradas sobre qué piensan, cuáles son sus necesidades y qué les parece tu producto.
Observación. Analizar cómo tus clientes interactúan con tu producto en un entorno natural, sin que nada les influya, puede ayudarte a obtener insights fantásticos sobre su experiencia y expectativas; por ejemplo, cómo, por qué y para qué lo utilizan realmente.
Una vez que hayas identificado las necesidades insatisfechas de tus clientes y las oportunidades de crecimiento, puedes empezar a pensar en ideas e iniciativas que quieras añadir a la hoja de ruta.
3. Prioriza las iniciativas de la hoja de ruta adecuadas para alcanzar tus objetivos de producto
Son muchos los elementos que se pueden incluir en la hoja de ruta del producto: ideas de clientes, peticiones de funciones, aportaciones internas y backlogs. Lo que decidas incorporar a la hoja de ruta (y el orden en que lo hagas) debe ser coherente con la estrategia que hayas definido.
Una de las cosas que más les cuesta a los responsables de producto es decidir qué hacer primero. Puedes añadir todas las funciones e iniciativas que quieras a tu hoja de ruta, pero el tiempo y los recursos que tienes son limitados, así que debes establecer prioridades.
La priorización de la hoja de ruta del producto consiste en elegir qué hacer, cuándo y por qué. Para ello, debes evaluar qué es lo más importante, realista y urgente. El objetivo es tomar decisiones basadas en datos que beneficien al producto y a los objetivos empresariales a largo plazo.
También es un buen momento para identificar dependencias entre iniciativas. Todas las ideas valiosas que no puedas incluir en la primera versión de la hoja de ruta del producto puedes añadirlas al backlog para retomarlas más adelante.
Una priorización de la hoja de ruta del producto eficaz es aquella que cuenta con la aprobación de los stakeholders, permite que los equipos tengan una visión y minimiza el riesgo de trabajar en algo que nadie (ni los clientes) quieren.
Para llevar a cabo la priorización de la hoja de ruta del producto, necesitas un proceso para generar ideas, establecer prioridades y conseguir la aprobación de los principales stakeholders. Puede constar de estos pasos:
Conocer cómo tus clientes utilizan el producto y las funciones.
Recopilar feedback y peticiones de funciones por parte de tus clientes.
Puntuar y establecer prioridades con objetividad para validar en qué funciones debes trabajar a continuación.
Gestionar la hoja de ruta del producto con las prioridades y compartirla con los equipos, los stakeholders y los clientes.
Nota: Encontrarás una explicación detallada de estos pasos en el artículo sobre la priorización de la hoja de ruta del producto en 4 pasos. Te ayudará mucho a diseñar una buena hoja de ruta del producto.
💡 Consejo avanzado: Establece prioridades de forma acertada escuchando a tus clientes.
Recopilar feedback de usuario es la forma más eficaz de determinar la prioridad de las funciones del producto.
Puede que te parezca que ciertas funciones son muy innovadoras y que darán muy buen resultado, pero quizás tus clientes no estén de acuerdo. Por eso, es fundamental que les pidas su opinión.
Hacer encuestas para obtener el feedback de tus clientes te ayudará con la priorización de la hoja de ruta del producto. Para ello, haz lo siguiente:
Analiza los datos de las encuestas para crear una lista de funciones concretas que piden tus clientes. A continuación, aplica marcos de priorización de productos para clasificar las funciones según las necesidades de tus clientes.
Utiliza el feedback sobre el producto para identificar áreas deficientes. Luego, da prioridad a funciones que solucionen esos problemas concretos.
![[Visual] AI survey report](http://images.ctfassets.net/gwbpo1m641r7/33SvScLBCg3qC7XNcyS6EP/78f8e35c77f65ff511fd5459c686cfe4/Screenshot_2025-01-10_at_16.41.35.png?w=1920&q=100&fit=fill&fm=avif)
Las encuestas de intención de salida de Contentsquare te ayudan a identificar áreas problemáticas.
4. Fija un calendario realista para la hoja de ruta del producto
Ahora que has respondido a las preguntas de "por qué" y "qué" sobre tu hoja de ruta del producto, es hora de pensar en el "cuándo". Una vez que hayas determinado la prioridad de las funciones, puedes decidir qué versiones y funciones responden mejor a tu estrategia y, a continuación, planificarlo todo en un calendario.
Los calendarios de las hojas de ruta del producto suelen incluir fechas que indican cuándo se lanzarán nuevos productos (o actualizaciones de los existentes), así como el lugar que ocupan dentro del plan general de lanzamientos. Algunos equipos de producto prefieren organizar las fechas en función del lanzamiento en sí, mientras que otros las planifican según la capacidad del equipo de desarrollo.
La estrategia más adecuada para ti dependerá de factores como la evolución del mercado, las propuestas de valor y las limitaciones técnicas. Una vez que analices y tengas claros estos factores, podrás traducirlos en iniciativas y plazos e incluirlos en tu hoja de ruta.
Establecer un calendario con fechas concretas ayuda a tu equipo de desarrollo de producto a saber exactamente cuáles son sus responsabilidades y cuánto tiempo deben dedicar a cada proyecto. Sin embargo, también puede dar lugar a expectativas poco realistas, lo que les supone una presión adicional innecesaria.
Joshua Chin, cofundador y CEO de Chronos Agency, afirma que "los plazos estrictos generan una cultura de trabajo poco saludable, que compromete la calidad del producto". Su consejo es centrarse en fijar un objetivo realista que pueda alcanzarse en un plazo flexible que permita ajustar las fechas cuando sea necesario.
Planificar la hoja de ruta del producto con plazos holgados (por ejemplo meses, o incluso trimestres) te ayudará a gestionar las expectativas de los stakeholders y a que tu equipo se concentre más en hacer un trabajo excelente que en cumplir plazos concretos.
5. Establece parámetros para medir el éxito de las iniciativas
Una buena hoja de ruta del producto debe ofrecer una visión clara de cómo la estrategia se traducirá en acciones e incluir un calendario del desarrollo del producto y métricas clave para medir el éxito.
Relacionar la estrategia de producto con el éxito de su ejecución te permite demostrar el impacto de tu trabajo.
Si asignas métricas a la hoja de ruta del producto, tendrás una referencia clara y medible para determinar si el producto cumple los objetivos principales. Estas métricas demuestran si se han alcanzado los logros necesarios para convertir la visión de producto en una realidad.
No todas las métricas son valiosas. Evita utilizar métricas de vanidad, que son aquellas que parecen atractivas y dan buena impresión, pero en realidad no tienen un impacto significativo en los resultados empresariales. Un ejemplo de métrica de vanidad es el número de seguidores que tienes en las redes sociales.
Si quieres asegurarte de que no estás utilizando métricas de vanidad, sigue los tres criterios de Eric Ries:
Las métricas deben ser útiles. Deben tener una clara relación causa-efecto; es decir, debes poder hacer un seguimiento del impacto de cada acción (causa) en un cambio específico en las métricas (efecto).
Las métricas deben ser accesibles. Todas las personas de tu equipo deben saber qué métricas estáis monitorizando, cómo medirlas y por qué son importantes para los objetivos empresariales.
Las métricas deben ser auditables. Deben ser objetivas y coherentes. Todas las personas del equipo que las consulten deben legar a la misma conclusión.
Las métricas de producto y los KPI que definas para tu hoja de ruta del producto te ayudarán a tener una visión aún más amplia y a medir tus progresos. Dependiendo del propósito de tu hoja de ruta, puedes elegir métricas orientadas a las necesidades de tus clientes o de la empresa:
Usuarios activos (UA) al día, a la semana o al mes: ¿Las iniciativas a las que has dado prioridad responden a necesidades reales de tus clientes?
Ingresos recurrentes mensuales (MRR)¿Aumentan tus ingresos gracias a ello?
Tasa de pérdida de clientes. ¿Ha mejorado la tasa de retención gracias a la planificación de tu hoja de ruta del producto?
Adopción del producto. ¿Tu hoja de ruta pública genera expectación sobre el futuro de tu producto entre clientes potenciales?
Consejo avanzado: Obtén insights valiosos y profundos con el análisis de datos cualitativos.
El análisis de datos cualitativos te ayuda a interpretar el comportamiento de los clientes, más allá de los números y las métricas cuantitativas. También ayuda a los equipos a conseguir insights valiosos que les permiten conocer mejor el comportamiento de los usuarios y crear mejores productos.
Utiliza herramientas y métodos cualitativos, como encuestas Net Promoter® Score y widgets de feedback de Contentsquare, para averiguar por qué algunas personas generan conversiones y otras no, para conocer sus puntos de dolor comunes y qué funciones del producto les resultan más útiles.

Las herramientas de VoC de Contentsquare te ofrecen feedback contextual para mejorar tu estrategia para la hoja de ruta del producto.
6. Comparte la hoja de ruta del producto con los stakeholders y pídeles feedback
Cuando tengas la hoja de ruta lista, preséntala a los stakeholders para informarles sobre el contenido y los plazos.
Presentar la hoja de ruta del producto sirve para informar a todos los stakeholders internos, comunicar los planes de desarrollo a corto y largo plazo y compartir la estrategia de producto con los stakeholders externos. También ayuda a que todo el mundo le quede claro por qué estás desarrollando el producto y cómo lo harás para conseguir el máximo deleite del cliente, cuota de mercado y rentabilidad.
Los responsables de producto a menudo necesitan crear varios tipos de hojas de ruta para ofrecer una visión completa de la estrategia de producto. Disponer de varias hojas de ruta del producto (y presentaciones) también te ofrece la flexibilidad que necesitas para hacer adaptaciones o cambios cuando sea necesario.
Si quieres convencer a los stakeholders, debes presentar la hoja de ruta del producto de forma clara y concisa para que a todo el mundo le quede claro cada elemento. A continuación, tienes algunos aspectos que debes tener en cuenta cuando la presentes:
Audiencia. Al igual que los productos, las hojas de ruta tienen una audiencia objetivo. Por eso, debes comunicar la información adecuada al grupo al que te dirijas. El tipo de audiencia determinará el contenido, el formato y el nivel de detalle de la presentación.
Contexto. Este es uno de los aspectos más importantes que debes tener en cuenta a la hora de compartir y presentar la hoja de ruta. Estas preguntas te ayudarán a decidir qué debes incluir:
¿Quién necesita conocer esta hoja de ruta del producto?
¿Cuál es la información más importante que quiero transmitir?
¿Por qué es importante esta información para mi audiencia?
¿A mi audiencia le interesa más el panorama general o los detalles?
¿Mi audiencia necesita conocer un calendario general o las fechas exactas?
Revisión. Lo más probable es que la hoja de ruta del producto que crees no sea perfecta. Y no pasa nada: eso también forma parte del proceso. Lo importante es que, cada vez que surja un problema, la revises y hagas los cambios necesarios para asegurarte de que el resultado sea exactamente el que imaginaste.
Actualización. A medida que tu producto evolucione, surgirán nuevas funciones y objetivos. Además, tu equipo conocerá cada vez mejor el producto y a las usuarias y los usuarios. Para reflejar todos estos cambios y mantener informados a los stakeholders, debes actualizar la hoja de ruta del producto continuamente.
Feedback. Deja siempre tiempo para que te hagan preguntas y te den feedback. Los insights de los stakeholders te ayudarán a mejorarla y a garantizar una comunicación constante sobre ella.
💡 Consejo avanzado: Utiliza la tecnología para crear una hoja de ruta del producto adaptada a tus necesidades.
Si ya quieres crear y compartir tu hoja de ruta del producto, plantéate invertir en herramientas para la hoja de ruta del producto.
Por ejemplo, Aha! Roadmaps, Productboard, Roadmunk o incluso Excel te ayudarán a crear, personalizar y compartir hojas de ruta del producto profesionales. Puedes elegir entre varias plantillas y adaptar los detalles visuales a tus necesidades para enorgullecerte de cada una que crees.

Ejemplo de una hoja de ruta del producto creada en Aha! Roadmaps.
Próximos pasos para diseñar una estrategia eficaz para crear tu hoja de ruta del producto
La mayoría de las hojas de ruta del producto incluyen los mismos elementos, pero sus responsables deben tener en cuenta muchos aspectos para crear una que sea eficaz. Algunos de esos aspectos son la audiencia, el propósito, el nivel de detalle y el calendario.
Crear una buena hoja de ruta es solo el primer paso para materializar la visión de un producto. La hoja de ruta del producto representa tu compromiso con tu equipo y tus clientes de centrarte en lo que realmente importa. Para cumplir con él, analiza qué prácticas recomendadas puedes aplicar y cuáles son las mejores plantillas de hoja de ruta del producto que puedes utilizar.
Preguntas frecuentes sobre estrategia para una hoja de ruta del producto
¿Qué es una estrategia para una hoja de ruta del producto?
Una estrategia para una hoja de ruta del producto es una metodología para crear hojas de ruta que reflejen tu visión del producto, determinen la dirección que debes tomar a lo largo de todo el proceso de desarrollo y pongan de acuerdo a toda la organización sobre cuáles son los objetivos de producto a corto y largo plazo y cómo se alcanzarán.
¿Cómo elaboro una hoja de ruta del producto?
Para elaborar tu hoja de ruta del producto, sigue estos pasos:
Crea la estrategia de producto que va a definir tu hoja de ruta del producto
Identifica oportunidades de crecimiento para tu producto
Prioriza las iniciativas de la hoja de ruta adecuadas para alcanzar tus objetivos de producto.
Fija un calendario realista para la hoja de ruta del producto.
Fija un calendario realista para la hoja de ruta del producto.
Comparte la hoja de ruta del producto con los stakeholders y pídeles feedback.
¿De quién es responsabilidad la hoja de ruta de un producto?
El responsable de producto y el equipo de producto tienen la responsabilidad de crear, mantener, presentar y compartir la hoja de ruta. Dicho esto, las mejores hojas de ruta del producto implican una colaboración interfuncional. Ten en cuenta los insights de tantas partes como sea posible: personas del equipo de producto, diferentes stakeholders de la organización y, por supuesto, tus clientes. Esto te ayudará a reunir diversas perspectivas y a conseguir que las partes interesadas acepten tu estrategia de producto desde el principio.

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